Queremos estrenar este punto, presentando como hemos organizado las pinturas en la clase de tres años.

Lo primero de todo, hay que explicaros que hemos distribuido a los niños en pequeños grupos repartidos en cuatro mesas, donde cada mesa tiene una figura geométrica (cuadrado, circulo, rectángulo y triangulo) de un color distinto ( azul, naranja, rosa y verde).

De esta manera hemos conseguido desarrollar la autonomía de los niños ya que la distribución del material del aula la hemos realizado siguiendo los patrones de distribución de los niños por mesas, consiguiendo que ellos por si solos sepan y puedan identificar su material correspondiente.

Por ejemplo, para organizar los rotuladores hemos utilizado los mismos botes con los que venían de tienda con la simple modificación de ponerles a su alrededor gomets (pegatinas) del color de cada mesa. Como podéis ver, hicimos una foto de los rotuladores con el fondo del mismo color y lo hemos pegado en cada estante, haciendo muy fácil la ubicación de su sitio. Además, poco a poco los niños aprenden donde va cada cosa, ya que visualmente es muy sencillo.

Del mismo modo hemos organizado las ceras. La única diferencia es que esta vez compramos en un bazar a muy buen precio estas cajas de plástico y les hemos puesto cuatro cajas (una de cada color) con un objetivo básico: que aprendan a compartir las pinturas.

En este caso para cada dos niños hay una caja de ceras, así potenciamos el compañerismo y el valor de compartir. Igual que con los rotuladores hicimos una foto de las ceras con el fondo de cada color.

Otro cambio que hemos hecho para este año, ha sido la distribución de los plastidecor que traen cada año los niños.

Para este año, y para cambiar la rutina anual, se nos ha ocurrido utilizar estuches individuales para guardar las plastidecor, en vez de juntarlos todos en una caja así como lo hacíamos. Cabe destacar que el resultado ha sido muy positivo.

Hemos hecho que cada niño tuviera su estuche con su nombre y de esta manera los niños han aprendido a identificar su nombre (y el de los demás) de manera más rápida. Al mismo tiempo, hemos visto que son más responsables con las pinturas, ya que se preocupan de no romperlas y de guardarlas correctamente.

Con esta idea, también ha ayudado a trabajar la motricidad fina, cerrando y abriendo el estuche, una acción aparentemente sencilla pero que muchos niños les cuesta.

Compramos 23 estuches en Alcampo a 40 céntimos cada uno y con rotuladores para tela les pusimos los nombres.

Cabe destacar que es una inversión a no fondo perdido ya que luego se pueden reutilizar lavándolos y poniendo nombres nuevos.

Os recomendamos que lo probéis porqué el resultado ha sido genial!