Hoy os presentamos nuestro rincón de la cocinita, donde los niños interactúan, juegan y aprenden de manera lúdica.

El juego simbólico es una de nuestras bases del aprendizaje, donde potenciamos, entre muchas cosas, la interacción entre iguales, la diversidad de roles que crean (padre, madre, hijos, abuelos...), el juego libre...

La cocinita la montamos a principio de curso con la ayuda de los niños y niñas.

Al inicio del curso sólo colocamos los muebles. Pasado el periodo de adaptación, en la conversación de la mañana, les preguntamos que qué faltaba en la cocinita y qué les gustaría que hubiera para jugar. Después de una lluvia de ideas, destacamos las tres cosas más importantes que era necesario el incluir: comida, platos y cubiertos y cajas donde poder guardarlo.

Al día siguiente les trajimos catálogos de juguetes, donde debían de buscar las tres cosas que dijimos y recortarlas. De esta manera, intentamos hacer su propia lista de la compra. Mientras hacían la actividad, había niños que se fijaban que había números (el precio otros sabían que era lo que costaba), hasta que uno nos dijo que si tenía mucho dinero para comprarlo todo (anécdota del día :D).

Una vez comprado el material, fue necesario organizarlo en el rincón. Hubo un debate de donde se debían de poner los platos: si en el cajón, arriba o en otro lugar. Aquí empezó un debate de "porque en casa mi mamá los tiene así". De esta manera nos sirvió a nosotras para conocer un poco más del ambiente familiar de los niños.

Una vez decidido donde iba cada cosa, establecimos unas normas que ellos mismos propusieron (fueron parecidas a todos los rincones). Por ejemplo, alguna de las normas fueron que los juguetes se tienen que compartir, que no se grita, que se tiene que recoger al terminar, que no hay que romper los juguetes...

Para que la cocinita quedara más divertida, un día se nos ocurrió hacer una pared con baldosas. La idea nos la dio una amiga que trabaja en una guardería. La verdad que quedó mucho más bonita y realista con se observa en la foto.